Pues sí: nos echan a Crudo.
Tomás Fernando Flores no solo es un palizas, sino que cuando le han dado la gorra y el pito se ha destapado como un audaz seguidor de las "políticas de austeridad", es decir, ha roto el programa que molestaba en la radio más plural que teníamos en España (y el pretérito, en este caso imperfecto, viene a ser perfecto para definirla) . Al margen del cabreo evidente por la manipulación de la realidad escudándose en "la crisis", me acompaña el sentimiento de impotencia que desde hace un año me sigue en todo lo que rodea cualquier actividad cotidiana. Y ellos no van a parar, no tienen complejos: es su momento, ya tuvimos el nuestro y lo desaprovechamos, piensan. Pero se equivocan. Nuestro momento está por llegar, y harían bien en temerlo.
En realidad, que desaparezca este programa de la parrilla de la radio pública no es tan importante. Tampoco lo es que echen a Ana Pastor, o a Toni Garrido, o a Juan Ramón Lucas. Ni siquiera lo es que los que los han sustituído sean malos (muy malos) y no resistan la comparación con sus antecesores (Manolo H. H. o Alejandro Alcalde tienen menos ritmo que yo). Lo realmente triste es que nos digan que todo esto, poner la radiotelevisión pública patas arriba -que era de lo poco que funcionaba en este país junto con la sanidad (pública)- es para hacerla más plural y más austera, pero sin perder la calidad. Palabras mágicas: austeridad y "no perder calidad". Se ha llegado a anunciar, en nombre de la austeridad, que se despedía al 20% de las plantillas para garantizar los servicios públicos "de calidad". Qué cinismo.
Me decían ayer que no merece la pena vivir cabreado, por muy indignante que sea la situación social que nos rodea. Que hay que ser feliz, que vida sólo hay una. Me niego a pensar que se pueda esconder la cabeza bajo la tierra y seguir viviendo como antes. Me niego a que me dobleguen una pandilla de mastuerzos que todo lo que tocan lo convierten en necedad y seguidismo, escudados en mentiras y en chascarrillos que, por repetidos, no dejan de ser eslóganes. Me niego a participar en esa farsa. Esto ya ha pasado antes, en otros países y otras épocas, y la laxitud moral y el mirar para otro lado evitando nuestras responsabilidades como ciudadanos han dado como resultado las mayores atrocidades. Así que me niego a ponerme la venda y me obligo a mirar de frente a lo que se nos viene encima. Ahora toca luchar.
Al grano: dejo aquí el texto de despedida de Crudo (Javier Gallego que, por cierto, era el batería de Dead Capo, algo que desconocía hasta hoy pese a que los he visto tocar en directo) en el que lo expone todo mejor que yo. Además hay una petición en change.org que podéis firmar para que regrese a la parrilla Carne Cruda. No es que crea que eso pueda llegar a hacer algo, pero es que es de lo poco que ya se nos permite. (Luego está lo de quemarse a lo bonzo, pero de momento me estoy quitando).
Luchemos con los medios que podamos y ante todo seamos conscientes de lo que estamos viviendo. La lucha acaba de comenzar, así que fuerza, resistencia y desobediencia civil ante los atropellos que están llevando a cabo. De momento no nos dan otra alternativa.
Y ánimo, mucho ánimo. Nos va a hacer falta.
URGENTE: RADIO 3 CIERRA "CARNE CRUDA"
Queridérrimos oyentes,
Lamento muchísimo tener que comunicaros que la nueva dirección de Radio 3 y de RNE me acaba de despedir y ha levantado el programa "Carne Cruda" de su parrilla de emisión. Se cumplen desgraciadamente los temores que muchos me habíais manifestado y que yo había desestimado pues creí en la palabra del recién nombrado director de la emisora, Tomás Fernando Flores, que aseguró hace un mes que el programa continuaría la próxima temporada. A la manera del presidente del Gobierno, el nuevo responsable de Radio 3 responde lamentablemente al dicho "Donde dijo digo, digo Diego" aunque en su caso sería más apropiado decir "Donde dije digo, digo Tomás Fernando". Así, cuando fue nombrado director se comprometió conmigo a mantenerme en antena y a solo dos días de terminar el curso (y con todas las programaciones de radio cerradas, por cierto), me echa sin darme ni siquiera la oportunidad de despedirme en antena de vosotros, pues los programas de final del verano son grabados. Por eso lo hago desde aquí. Me pueden quitar el micrófono pero no la palabra. Y mucho menos, quienes no cumplen la suya.
La nueva dirección de la emisora, formada por Tomás Fernando y su segundo, Benito Pinilla, ha alegado motivos económicos para justificar mi cese y la retirada del programa. Por esa misma razón, hace un mes acepté una rebaja del 20% de mi sueldo y de la retribución del resto de colaboradores del programa, condición que hemos tenido que asumir todos los trabajadores externos de la casa para continuar en antena. Se supone que así cuadrábamos el exiguo presupuesto de la emisora. Pero ahora el equipo directivo dice haber encontrado inesperadamente un nuevo agujero presupuestario mayor del que creía y culpa a la anterior dirección de no haberle dejado las cuentas a su disposición. Solo le faltó a Tomás Fernando decirme que la culpa es de la "herencia recibida", por utilizar la terminología oficial del partido. La culpa es de la herencia y el culpable es Carne Cruda, por lo visto, pues es el único programa diario que va a ser suprimido de la parrilla, a pesar de haber doblado la "audiencia recibida" y de ser el espacio más seguido en Facebook de todo Radio Nacional. Pero no nos echaremos flores nosotros. Para echarnos ya esta Flores. Sí, nos ha echado Flores. Pero llenas de espinas.
Dice que nos echa porque el programa sale muy caro. No tengo ningún problema en publicar mi sueldo de autónomo, sin pagas extras ni derecho a vacaciones. Cobro alrededor de 1400 euros mensuales limpios después de pagar Seguridad Social, IRPF, el impuesto de sociedades y el resto de gastos de la empresa que tuve que constituir por exigencia de Radio Nacional, que trata así de evitar una relación directa con la persona física. Muchos de los colaboradores contribuyen desinteresadamente al programa y tres cobran una cantidad simbólica de 50 euros por colaboración después de haber trabajado gratis las dos primeras temporadas. El resto del equipo son contratados de RNE cuyos contratos siguen vigentes. Además, tras la noticia del despido, yo he ofrecido a Tomás Fernando Flores la posibilidad de negociar, lo que a él no parece habérsele ocurrido como solución. Me ha prometido consultarlo y llamarme. No lo ha hecho. No he vuelto a tener noticias suyas. Ni las puedo esperar de quien ya ha demostrado que no cumple lo que promete.
Por todas estas razones y por la forma poco verosímil en que me justificó su decisión, no pude creer a Tomás Fernando cuando se apresuró a decirme al cesarme que no era por motivos políticos, aunque yo ni siquiera los había sugerido. 'Excusatio non petita, acusatio manifesta' que decían los latinos, es decir, dime de qué te excusas y te diré de que te acuso. Yo acuso a la nueva dirección de Radio 3 de haberme engañado dos veces: cuando me dijo que seguiría y cuando me dice que no hay motivos ideológicos para que no continúe. Fui un ingenuo al creerle la primera vez. No seré tan idiota de creerle una segunda.
Su discurso y maneras se parecen tanto a las del actual Gobierno que cualquiera diría que el Gobierno está detrás. No voy a ser tan mal pensado. No está detrás. Está delante porque ni siquiera se molesta en ocultarlo. No han ocultado que les estorbaban periodistas que pueden ponerles en tela de juicio, como Ana Pastor, Toni Garrido o Juan Ramón Lucas, a los que han despedido cuando mas éxito tenían sus respectivos programas. Para ellos, mi respeto y admiración porque han caído por una causa digna y que los periodistas debemos dignificar: hacer periodismo. Lo dije cuando el Gobierno decidió tomar el control de la radio televisión pública gracias a su mayoria absoluta: Venceréis pero no convenceréis, como afirmó Unamuno. Hoy pienso que me equivoqué: ni vencen ni convencen. Convence el que tiene razones y ellos han demostrado que solo saben responder a los argumentos del contrario con la fuerza. Y no vencen porque cada decisión que toman les hace perder el escaso crédito que tienen entre gran parte de la ciudadanía, incluidos algunos de sus votantes.
Yo sí que siento que he ganado muchísimo en estos tres años fabulosos de radio. He ganado a la audiencia más viva, inquieta, exigente, combativa y bulliciosa que un programa puede desear, incluidos algunos críticos feroces que siempre conviene tener para la sana confrontación de opiniones. He ganado la posibilidad de hacer radio en libertad y el privilegio de compartirlo con un equipo esforzado y talentoso que se ha dejado la piel en las ondas. Ha sido un placer inconmensurable y un privilegio compartir con ellos y con vosotros tantas experiencias radiofónicas y periodísticas estimulantes y emotivas, tantas horas de discusión, ideas, lucha, indignación y pensamiento crítico. Ha sido una satisfacción aprender de los muchos errores y tener la oportunidad de enmendarlos y tratar de mejorarnos a cada paso. Os doy mi palabra de que lo hemos hecho lo mejor que hemos sabido. A los que dirán que tengo lo que me merezco, solo puedo darles la razón. De hecho, este programa y su audiencia es mucho mas de lo que esperaba como recompensa. Por eso sigo contento en este momento triste. Puede que me hayan quitado el programa y el trabajo pero ya no me pueden quitar lo radiado.
Sé que solo soy uno de tantos que pierde su empleo en estos días amargos. Sé que solo soy uno de tantos periodistas que pierde su trabajo en este país precario. Y sé que Radio 3 seguirá siendo una grandísima emisora sin el programa pues cuenta con una plantilla con mucho talento que hace un enorme trabajo con muy pocos medios. Lo que quiero decir es que yo soy uno más. Pero aparte de mi pena personal y de la que sentiréis muchos por la pérdida de Carne Cruda, creo que hay algo más importante que todos tenemos que defender. Parafraseando mi adorada película "Amanece que no es poco", todos somos contingentes pero la radiotelevisión pública es necesaria. Es necesario un medio de comunicación público independiente y crítico que sirva a los ciudadanos para controlar a este Poder. Y es más necesario que nunca cuando el Poder trata de gobernar a golpe de decreto y tijeretazo, sin control por parte del ciudadano y tratando de controlar hasta los pensamientos que éste tiene. Hay compañeros en Radio Nacional que tratan de salvaguardar su dignidad profesional y un periodismo decente en estos tiempos oscuros de purgas, censuras y consignas informativas que ya se están imponiendo en Radio Nacional. Les deseo suerte, fuerza y sobre todo, valor. Valor es lo que más necesitamos en estos tiempos.
Yo creo haber luchado por la radio pública desde dentro. Ahora me toca hacerlo desde fuera. Cuento con vosotros. Que la radio libre os acompañe.
Javier Gallego "Crudo"
NOTA: Carne Cruda tiene nuevas direcciones de internet en las que puedes seguir en contacto con nosotros.
Ante el previsible cierre de nuestro facebook, nos trasladamos a Carne Cruda Vive: http://www.facebook.com/carnecrudavive
También puedes seguir a la comunidad de oyentes que se ha organizado desde hace tiempo para evitar el cierre del programa: http://www.facebook.com/SalvemosCarneCruda
Y hemos abierto una cuenta en twitter: @carnecrudaradio
La petición de change.org la podéis firmar aquí:
http://www.change.org/es/peticiones/direcci%C3%B3n-rne-3-pedimos-que-vuelva-a-programar-carne-cruda
En realidad, que desaparezca este programa de la parrilla de la radio pública no es tan importante. Tampoco lo es que echen a Ana Pastor, o a Toni Garrido, o a Juan Ramón Lucas. Ni siquiera lo es que los que los han sustituído sean malos (muy malos) y no resistan la comparación con sus antecesores (Manolo H. H. o Alejandro Alcalde tienen menos ritmo que yo). Lo realmente triste es que nos digan que todo esto, poner la radiotelevisión pública patas arriba -que era de lo poco que funcionaba en este país junto con la sanidad (pública)- es para hacerla más plural y más austera, pero sin perder la calidad. Palabras mágicas: austeridad y "no perder calidad". Se ha llegado a anunciar, en nombre de la austeridad, que se despedía al 20% de las plantillas para garantizar los servicios públicos "de calidad". Qué cinismo.
Me decían ayer que no merece la pena vivir cabreado, por muy indignante que sea la situación social que nos rodea. Que hay que ser feliz, que vida sólo hay una. Me niego a pensar que se pueda esconder la cabeza bajo la tierra y seguir viviendo como antes. Me niego a que me dobleguen una pandilla de mastuerzos que todo lo que tocan lo convierten en necedad y seguidismo, escudados en mentiras y en chascarrillos que, por repetidos, no dejan de ser eslóganes. Me niego a participar en esa farsa. Esto ya ha pasado antes, en otros países y otras épocas, y la laxitud moral y el mirar para otro lado evitando nuestras responsabilidades como ciudadanos han dado como resultado las mayores atrocidades. Así que me niego a ponerme la venda y me obligo a mirar de frente a lo que se nos viene encima. Ahora toca luchar.
Al grano: dejo aquí el texto de despedida de Crudo (Javier Gallego que, por cierto, era el batería de Dead Capo, algo que desconocía hasta hoy pese a que los he visto tocar en directo) en el que lo expone todo mejor que yo. Además hay una petición en change.org que podéis firmar para que regrese a la parrilla Carne Cruda. No es que crea que eso pueda llegar a hacer algo, pero es que es de lo poco que ya se nos permite. (Luego está lo de quemarse a lo bonzo, pero de momento me estoy quitando).
Luchemos con los medios que podamos y ante todo seamos conscientes de lo que estamos viviendo. La lucha acaba de comenzar, así que fuerza, resistencia y desobediencia civil ante los atropellos que están llevando a cabo. De momento no nos dan otra alternativa.
Y ánimo, mucho ánimo. Nos va a hacer falta.
URGENTE: RADIO 3 CIERRA "CARNE CRUDA"
Queridérrimos oyentes,
Lamento muchísimo tener que comunicaros que la nueva dirección de Radio 3 y de RNE me acaba de despedir y ha levantado el programa "Carne Cruda" de su parrilla de emisión. Se cumplen desgraciadamente los temores que muchos me habíais manifestado y que yo había desestimado pues creí en la palabra del recién nombrado director de la emisora, Tomás Fernando Flores, que aseguró hace un mes que el programa continuaría la próxima temporada. A la manera del presidente del Gobierno, el nuevo responsable de Radio 3 responde lamentablemente al dicho "Donde dijo digo, digo Diego" aunque en su caso sería más apropiado decir "Donde dije digo, digo Tomás Fernando". Así, cuando fue nombrado director se comprometió conmigo a mantenerme en antena y a solo dos días de terminar el curso (y con todas las programaciones de radio cerradas, por cierto), me echa sin darme ni siquiera la oportunidad de despedirme en antena de vosotros, pues los programas de final del verano son grabados. Por eso lo hago desde aquí. Me pueden quitar el micrófono pero no la palabra. Y mucho menos, quienes no cumplen la suya.
La nueva dirección de la emisora, formada por Tomás Fernando y su segundo, Benito Pinilla, ha alegado motivos económicos para justificar mi cese y la retirada del programa. Por esa misma razón, hace un mes acepté una rebaja del 20% de mi sueldo y de la retribución del resto de colaboradores del programa, condición que hemos tenido que asumir todos los trabajadores externos de la casa para continuar en antena. Se supone que así cuadrábamos el exiguo presupuesto de la emisora. Pero ahora el equipo directivo dice haber encontrado inesperadamente un nuevo agujero presupuestario mayor del que creía y culpa a la anterior dirección de no haberle dejado las cuentas a su disposición. Solo le faltó a Tomás Fernando decirme que la culpa es de la "herencia recibida", por utilizar la terminología oficial del partido. La culpa es de la herencia y el culpable es Carne Cruda, por lo visto, pues es el único programa diario que va a ser suprimido de la parrilla, a pesar de haber doblado la "audiencia recibida" y de ser el espacio más seguido en Facebook de todo Radio Nacional. Pero no nos echaremos flores nosotros. Para echarnos ya esta Flores. Sí, nos ha echado Flores. Pero llenas de espinas.
Dice que nos echa porque el programa sale muy caro. No tengo ningún problema en publicar mi sueldo de autónomo, sin pagas extras ni derecho a vacaciones. Cobro alrededor de 1400 euros mensuales limpios después de pagar Seguridad Social, IRPF, el impuesto de sociedades y el resto de gastos de la empresa que tuve que constituir por exigencia de Radio Nacional, que trata así de evitar una relación directa con la persona física. Muchos de los colaboradores contribuyen desinteresadamente al programa y tres cobran una cantidad simbólica de 50 euros por colaboración después de haber trabajado gratis las dos primeras temporadas. El resto del equipo son contratados de RNE cuyos contratos siguen vigentes. Además, tras la noticia del despido, yo he ofrecido a Tomás Fernando Flores la posibilidad de negociar, lo que a él no parece habérsele ocurrido como solución. Me ha prometido consultarlo y llamarme. No lo ha hecho. No he vuelto a tener noticias suyas. Ni las puedo esperar de quien ya ha demostrado que no cumple lo que promete.
Por todas estas razones y por la forma poco verosímil en que me justificó su decisión, no pude creer a Tomás Fernando cuando se apresuró a decirme al cesarme que no era por motivos políticos, aunque yo ni siquiera los había sugerido. 'Excusatio non petita, acusatio manifesta' que decían los latinos, es decir, dime de qué te excusas y te diré de que te acuso. Yo acuso a la nueva dirección de Radio 3 de haberme engañado dos veces: cuando me dijo que seguiría y cuando me dice que no hay motivos ideológicos para que no continúe. Fui un ingenuo al creerle la primera vez. No seré tan idiota de creerle una segunda.
Su discurso y maneras se parecen tanto a las del actual Gobierno que cualquiera diría que el Gobierno está detrás. No voy a ser tan mal pensado. No está detrás. Está delante porque ni siquiera se molesta en ocultarlo. No han ocultado que les estorbaban periodistas que pueden ponerles en tela de juicio, como Ana Pastor, Toni Garrido o Juan Ramón Lucas, a los que han despedido cuando mas éxito tenían sus respectivos programas. Para ellos, mi respeto y admiración porque han caído por una causa digna y que los periodistas debemos dignificar: hacer periodismo. Lo dije cuando el Gobierno decidió tomar el control de la radio televisión pública gracias a su mayoria absoluta: Venceréis pero no convenceréis, como afirmó Unamuno. Hoy pienso que me equivoqué: ni vencen ni convencen. Convence el que tiene razones y ellos han demostrado que solo saben responder a los argumentos del contrario con la fuerza. Y no vencen porque cada decisión que toman les hace perder el escaso crédito que tienen entre gran parte de la ciudadanía, incluidos algunos de sus votantes.
Yo sí que siento que he ganado muchísimo en estos tres años fabulosos de radio. He ganado a la audiencia más viva, inquieta, exigente, combativa y bulliciosa que un programa puede desear, incluidos algunos críticos feroces que siempre conviene tener para la sana confrontación de opiniones. He ganado la posibilidad de hacer radio en libertad y el privilegio de compartirlo con un equipo esforzado y talentoso que se ha dejado la piel en las ondas. Ha sido un placer inconmensurable y un privilegio compartir con ellos y con vosotros tantas experiencias radiofónicas y periodísticas estimulantes y emotivas, tantas horas de discusión, ideas, lucha, indignación y pensamiento crítico. Ha sido una satisfacción aprender de los muchos errores y tener la oportunidad de enmendarlos y tratar de mejorarnos a cada paso. Os doy mi palabra de que lo hemos hecho lo mejor que hemos sabido. A los que dirán que tengo lo que me merezco, solo puedo darles la razón. De hecho, este programa y su audiencia es mucho mas de lo que esperaba como recompensa. Por eso sigo contento en este momento triste. Puede que me hayan quitado el programa y el trabajo pero ya no me pueden quitar lo radiado.
Sé que solo soy uno de tantos que pierde su empleo en estos días amargos. Sé que solo soy uno de tantos periodistas que pierde su trabajo en este país precario. Y sé que Radio 3 seguirá siendo una grandísima emisora sin el programa pues cuenta con una plantilla con mucho talento que hace un enorme trabajo con muy pocos medios. Lo que quiero decir es que yo soy uno más. Pero aparte de mi pena personal y de la que sentiréis muchos por la pérdida de Carne Cruda, creo que hay algo más importante que todos tenemos que defender. Parafraseando mi adorada película "Amanece que no es poco", todos somos contingentes pero la radiotelevisión pública es necesaria. Es necesario un medio de comunicación público independiente y crítico que sirva a los ciudadanos para controlar a este Poder. Y es más necesario que nunca cuando el Poder trata de gobernar a golpe de decreto y tijeretazo, sin control por parte del ciudadano y tratando de controlar hasta los pensamientos que éste tiene. Hay compañeros en Radio Nacional que tratan de salvaguardar su dignidad profesional y un periodismo decente en estos tiempos oscuros de purgas, censuras y consignas informativas que ya se están imponiendo en Radio Nacional. Les deseo suerte, fuerza y sobre todo, valor. Valor es lo que más necesitamos en estos tiempos.
Yo creo haber luchado por la radio pública desde dentro. Ahora me toca hacerlo desde fuera. Cuento con vosotros. Que la radio libre os acompañe.
Javier Gallego "Crudo"
NOTA: Carne Cruda tiene nuevas direcciones de internet en las que puedes seguir en contacto con nosotros.
Ante el previsible cierre de nuestro facebook, nos trasladamos a Carne Cruda Vive: http://www.facebook.com/carnecrudavive
También puedes seguir a la comunidad de oyentes que se ha organizado desde hace tiempo para evitar el cierre del programa: http://www.facebook.com/SalvemosCarneCruda
Y hemos abierto una cuenta en twitter: @carnecrudaradio
La petición de change.org la podéis firmar aquí:
http://www.change.org/es/peticiones/direcci%C3%B3n-rne-3-pedimos-que-vuelva-a-programar-carne-cruda
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